Un proyecto surgido de la amistad.

1988. Una coincidencia que marcará para siempre sus vidas: Markus Riese y Heiko Müller se conocen el primer día de universidad, en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica de Darmstadt. Tienen poco más de 20 años y muy pronto se convierten en amigos inseparables. Comparten las mismas pasiones: pensar, experimentar, ir en bicicleta... y viajar. Su primera expedición en bicicleta los lleva a Túnez en 1991. Toda una aventura. Atraviesan terrenos abruptos y se atascan una y otra vez en la arena del desierto. Sin embargo, no se rinden. Durante el viaje hablan del futuro, de sus sueños, de sus objetivos en la vida. Y ambos se dan cuenta de que persiguen una misma meta: cambiar las cosas. A través de la bicicleta.

El nacimiento de la Birdy.

1992 y 1993. En los respectivos garajes de sus padres, Markus y Heiko no paran de trastear con sus bicicletas. En algún momento, Markus tiene una idea: una bicicleta plegable cuyos pivotes sirvan a la vez de suspensión y que ofrezca la misma sensación de marcha que una bicicleta normal. Toda una revolución. Utilizando una máquina de soldar prestada, primero construyen una bicicleta de prueba a partir de piezas del cuadro y luego un modelo geométrico. El concepto funciona.

Markus y Heiko están tan convencidos de su invento que deciden presentarlo al premio Hessian a la innovación en 1993. En tan solo diez días y unas cuantas noches sin dormir crean un prototipo plegable con suspensión integral de color rojo chillón. La sensación de conducción es increíble, ligera como una pluma, como un pájaro cuando planea: ha nacido la Birdy. Markus y Heiko ganan el premio especial del jurado y deciden que ya no van a parar.

«I want to build this bicycle!»

1993 y 1994. Avalados por el premio recibido, eufóricos, los dos amigos se lanzan a presentarse al público especializado bajo el nombre de «riese und müller». En su improvisado stand de la Intercycle de Colonia y de la Eurobike de Friedrichshafen no solo dan a conocer la Birdy, sino también productos como las «Hot Ears», uno de los inventos tempranos de Markus para calentar las orejas debajo del casco de la bici.

Los dos jóvenes ingenieros despiertan mucho interés entre los visitantes profesionales, pero nadie compra. Hasta que un empresario de Taiwán se acerca a su stand. George Lin ve la Birdy y exclama: «¡Quiero construir esta bicicleta!». Ha llegado su gran oportunidad.

Fundación de la empresa Riese & Müller.

1994 y 1995. Directamente desde la feria, Markus carga en el maletero la Birdy y viaja durante quince días para llegar a Taiwán: allí se construirá el primer prototipo de este modelo listo para la producción en serie. El sueño de fundar su propia empresa de bicicletas está al alcance de la mano, pero los riesgos son aún grandes y numerosos. Amigos y familiares aportan el capital inicial; un banco la ansiada financiación para jóvenes emprendedores. Esto permite a Markus y Heiko fabricar en Taiwán sus 250 primeras Birdy.

La llegada del primer contenedor a la sede de la empresa, una antigua lechería de Darmstadt, es todo un hito. Ha nacido Riese & Müller.

Una bicicleta plegable conquista el mundo.

1995 y 1996. La Birdy se convierte en una auténtica sensación. Las tiendas de bicicletas arrancan literalmente de las manos de Markus y Heiko estas revolucionarias bicicletas plegables. Incluso en Estados Unidos y Japón. Esto confiere a Riese & Müller una gran proyección internacional desde el principio. La Birdy se convierte en una de las bicicletas preferidas de los urbanitas, pero también de aventureros que se atreven a viajar con ella hasta lugares tan recónditos como el Nepal o la Antártida. En todo el mundo se crean numerosos clubs de fans. La Birdy se convierte en una bicicleta de culto.

La familia crece.

1997-2008. La creatividad e inventiva de ambos fundadores no tiene límites. Con las nuevas Culture y Avenue, Markus y Heiko desarrollan dos modelos tan cómodos como dinámicos para recorridos urbanos y escapadas de fin de semana. A ellas se suma más tarde la icónica Delite, con un diseño deportivo que representa a la perfección la máxima de «conducir totalmente amortiguado». Riese & Müller se convierte en la marca por excelencia de personas exigentes que valoran, por encima de todo, la comodidad, la durabilidad y un estilo inconfundible. De esta época datan también la Equinox, equipada con sillín con respaldo, y la Gemini, la primera bicicleta de carga con una silla infantil integrada en la parte delantera.

De bicicleta a E-Bike.

2008. Markus y Heiko toman una decisión que cambiará el rumbo de la empresa: entrar en el mundo de las pedelecs, por aquel entonces un auténtico nicho de mercado al que ambos fundadores ven un enorme potencial. Los objetivos autoimpuestos para esta nueva línea de productos son, una vez más, muy ambiciosos: peso reducido, elevado confort, integración óptica del motor y la batería y una sincronización óptima de todos los componentes para alcanzar el máximo rendimiento. Tras un intenso proceso de desarrollo, junto a las versiones eléctricas de la Birdy y la Delite presentan la Jetstream hybrid. Con un diseño estilizado, suspensión integral, motor de 250 vatios y una autonomía de 37 km, combina a la perfección todos los requisitos... y da en el clavo: gana el premio Eurobike Green Award por su alto valor ecológico y su sostenibilidad. Esto es exactamente a lo que se referían Markus y Heiko cuando decían que «querían cambiar las cosas».

De fabricante de bicicletas a proveedor de servicios de movilidad.

2009-2018. Durante la década que sigue la empresa se vuelve eléctrica. Todos los modelos, a excepción de la Birdy, se convierten en pedelecs. El objetivo es claro: producir bicicletas eléctricas que no solo convenzan a amantes del ciclismo, sino también a aquellas personas que normalmente no utilizan la bicicleta. La E-Bike como sustituto del coche. Riese & Müller pone en práctica esta idea fundamental de negocio con el lanzamiento de numerosos modelos nuevos, entre ellos, la Nevo, una cómoda bicicleta de paso bajo, la Charger, ideal para desplazamientos diarios, y las Cargo-Bikes Packster y Load.

La nueva visión corporativa se centra en el desarrollo de bicicletas inteligentes de alta calidad para impulsar la nueva movilidad y concienciar acerca de la necesidad de proteger el medio ambiente y llevar un estilo de vida responsable. Naturalmente también, el objetivo es convertirse en líderes de mercado en el segmento en expansión de las bicicletas eléctricas premium. Para hacer realidad esta visión, en el año 2013 se incorpora al equipo directivo Sandra Wolf, doctora en Economía, quien desde entonces dirige también los designios de la empresa.

Tres personalidades, un mismo camino.

Dónde estamos.

Hoy y también mañana. Afrontamos los retos de nuestro tiempo con valentía y determinación; al fin y al cabo, son estos los que nos han traído hasta aquí. ¿Cómo será la movilidad del mañana? En nuestro moderno campus de Mühltal (Alemania) trabajamos intensamente para responder a esta pregunta diseñando productos y soluciones que van mucho más allá del concepto tradicional de bicicleta. En él desarrollamos bicicletas eléctricas ligeras, inteligentes y conectadas para el espacio urbano. También soluciones inteligentes de carga para empresas de todos los tamaños. Y nuevas fórmulas de propiedad en el ámbito de las bicicletas.

Como empresa de alcance global, nos hacemos responsables del impacto ecológico y social de nuestros actos apostando por un diseño de producto sostenible, la protección de los recursos naturales, unas condiciones de trabajo justas para todas las personas con las que trabajamos y unas cadenas de suministro transparentes. Forman parte irrenunciable de nuestra identidad, de lo que somos y de aquello en lo que creemos.