¡Hola Marko! Hace unos meses, publicó una foto de una Multicharger Mixte de Riese & Müller en su Instagram. El pie de foto decía: "¡Nuestro nuevo coche!" ¿Recuerda la sensación que tuvo cuando la recibió? 
¡Fue genial! Mi familia y yo fuimos juntos a recogerla. Llegamos en autobús y volvimos en bicicleta. Nos hizo mucha ilusión, y los niños estaban entusiasmados, aunque en realidad la sensación es muy natural, porque se conduce igual que una bicicleta normal. Me gustó mucho lo suave que es su marcha, y además su calidad es increíble. La transición fue perfecta: Desde que llegamos a casa con ella, la Multicharger se ha convertido en nuestro medio de transporte por defecto.  

¿Cómo os movíais antes? 
Todo empezó con una bicicleta de carga no eléctrica allá por el otoño de 2020, y a todos nos encantó. Intenté utilizarla todo lo que podía, pero enseguida me topé con sus limitaciones: a los niños se les empezó a quedar pequeña la caja, y como no tenía motor eléctrico, tenía que motivarme mucho para usarla y también que estar pendiente de si iba con la ropa adecuada. Me preocupaba llegar a la oficina con manchas de sudor.  

¡Así que necesitabas una E-Bike! 
Sí, lo que veíamos sobre las bicicletas eléctricas nos llamaba mucho la atención, así que decidimos no volver al coche para los desplazamientos diarios e invertir en una E-Bike de verdad. Al principio pensé en comprar una bicicleta de carga tipo Long John. Pero como los niños ahora han crecido un poco, tenía más sentido llevarlos en una Midtail como la Multicharger. 

¿Por qué elegiste la Multicharger? 
Yo quería que la experiencia fuera de calidad. Y este modelo destacaba sobre el resto en su categoría. La geometría sigue siendo bastante normal, el aspecto y la conducción son los de una bicicleta convencional cuando no llevo a los niños, y es más versátil que la bicicleta con caja. También me gustó su robustez al ir por caminos de grava. En Eslovenia la cultura ciclista está muy orientada al campo y a la montaña, y me gusta la idea de poder hacer un viaje de ese estilo, explorar los senderos del bosque. 

¿Qué tipo de viajes realiza en la ciudad? 
Si tengo que ir a algún sitio, casi siempre voy en bicicleta. Por la mañana suelo llevar a mis hijos a la guardería y luego voy a la oficina. Para cualquier recado que tenga que hacer uso la Multicharger, es el método por defecto. Me he propuesto no volver a moverme ni una sola vez en coche por la ciudad. Y casi siempre me mantengo fiel a esa promesa.
 

En una de las fotos tiene acoplada una mountain bike al soporte de carga lateral de la Multicharger. ¿Cómo llegó ahí? 
(Risas) Sí, era la bicicleta de mi hijo. Necesitaba una revisión. Ese es otro buen ejemplo en el que lo normal hubiera sido cargar la bicicleta en un coche. Fue un poco difícil acoplarla a la Multicharger, porque tiene casi el tamaño de una bicicleta de adulto. Tuve que quitar la rueda delantera y la sujeté a la Safety Bar y al soporte de carga lateral, y la verdad es que fue bastante bien.

¿Qué le dice la gente cuando se mueve por la ciudad en su Multicharger? 
Sólo recibo comentarios positivos. La mayoría de la gente sonríe al vernos, y muy pocos se dan cuenta de que es una bicicleta de carga, porque se parece mucho a una normal. A menudo la gente me pregunta por la autonomía de la batería. Es curioso, porque para mí es una métrica del mundo del automóvil que no tiene sentido para las E-Bikes, porque es difícil de medir. Siempre añades algo de energía propia y nunca se me ha ocurrido que sea un problema. La suelo cargar una vez a la semana, y nunca haría un viaje tan largo como para agotar la batería. Parece que la gente no se imagina realmente lo que es vivir con una E-Bike.

¿Cómo describiría Liubliana? 
Es una ciudad estupenda para ir en bicicleta. Tiene forma circular, es bastante plana y se extiende sobre un área muy pequeña. En bicicleta se puede recorrer de un extremo a otro en unos 25 minutos. En cuanto al tiempo, no llueve demasiado y tenemos temperaturas muy moderadas. En verano no hace un calor excesivo y en invierno puedes arreglártelas con un gorro y un abrigo. Así que la mayor parte del año hace un tiempo estupendo para ir en bicicleta. Sin embargo, aquí la gente sigue pensando que ir en bicicleta es sólo para el buen tiempo.

¿Y las infraestructuras? 
Liubliana es una ciudad pequeña y no tiene un tráfico muy intenso, pero sigue siendo una ciudad centrada en el coche, tanto en la mentalidad como en la planificación urbana. Hay algunas piezas clave de la infraestructura que faltan. Para ir a algunos lugares es difícil atravesar la ciudad en bicicleta. Si vas de norte a sur no hay problema, pero de este a oeste es más difícil. Aún así, en los últimos diez años ha mejorado mucho. Y en los meses anteriores a la celebración de la Conferencia Velo-city, se ha ampliado notablemente la infraestructura para las bicicletas. Las cosas están cambiando. No se ha dado un cambio tan positivo como en París, por ejemplo, pero cada ciudad tiene su propio ritmo.

¿Dónde ves más potencial? 
Antes de añadir más carriles bici deberíamos eliminar espacios de aparcamiento. La mayoría de las veces es más cómodo coger el coche, o bien no es tan incómodo como debería. Se destinan muchos fondos y mucho espacio público a hacer la ciudad accesible para el coche, y cuando eso se ha instaurado es realmente difícil abogar por las bicicletas de carga, por ejemplo. No se trata de quitar espacio a los coches, sino de nivelar el campo de juego. Porque el medio de transporte por defecto sigue siendo el coche.

La gente suele preferir aquellos medios de transporte con los que se crió. 
Sí, y los niños son una prueba de ello. Una vez tuve una pequeña riña con mi hijo mayor, que tiene doce años. Todavía no está en esa idea de no usar el coche. Un día fui a recogerle al entrenamiento de fútbol con nuestra Multicharger y se negó a ir conmigo. Dijo que le preocupaba que sus amigos se burlaran de él, porque podrían pensar que somos tan pobres que no podemos permitirnos un coche. Así que le enseñé la factura de la Multicharger. Y resulta que no le impresionó demasiado, al contrario de lo que yo esperaba (risas). Pero él está muy contento de ir en su propia bicicleta a la mayoría de los sitios y creo que otros niños también lo estarían, sólo necesitan que sus padres les animen y una mejor infraestructura. Al fin y al cabo no es solo una cuestión de transporte, sino también de crear comunidad y de cuidar el medio ambiente. En un coche no puedes ver toda la gente que te rodea, en cambio en una bicicleta te sientes más conectado, oyes los sonidos, puedes parar en cualquier momento. 

Muchas gracias por la charla, Marko, y ¡hasta pronto!